domingo, 28 de febrero de 2016

La camioneta "Ford 350" de la Argensud:


 

En plena década de 1980, esa camioneta con caja térmica perteneciente a la Argensud Deseado, tuvo la misión de hacer el reparto a domicilio, que era una modalidad especial que ofrecía aquel comercio hacia sus clientes. Como así mismo eran comunes los viajes que realizaba hacia Caleta Olivia primero, y Comodoro Rivadavia después. En Caleta Olivia se retiraba el pan fresco en la famosa panadería "Panco", y luego se dirigía hacia Comodoro Rivadavia para retirar la carne de capón en el frigorífico “Siracusa”, un reconocido proveedor de muchos otros comercios de la región. Otros comercios comodorenses fueron "La Proveeduría" y la sucursal "Argensud", donde se retiraban distintos productos de almacén, fiambres y frutas que se colocaban en grandes cajones de madera. Los viajes se hacían durante la madrugada para que el producto esté disponible al abrir por la mañana la recordada Argensud. Los encargados de manejar la “350” habitualmente fueron Don José Aguilar para los repartos, y para aquellos viajes mencionados a cargo de Don Luis Miguel Soto y en alguna ocasión Bernabé Miranda, que tiempo después pasó a trabajar en el comercio “El Elefante Blanco” que había instalado Don Aníbal Pineda, allá por 1982, en el local de la calle San Martin, donde actualmente está Torca. 


Llega el nuevo servicio telefónico 
y las primeras imágenes de televisión:


En nuestro país en 1969, se inaugura oficialmente la Estación Terrena de Balcarce I, en la provincia de Buenos Aires, y así se inicia en la Argentina el servicio de teléfono medido, el primero en Latinoamérica, y en 1970, el telediscado con el interior. En 1972, se inaugura la Estación Terrena de Balcarce II y luego la Estación Terrena de Bosque Alegre, en la provincia de Córdoba. Durante esa década las cabinas telefónicas fueron modernizadas a lo largo y ancho del país. En el año 1972/73 aproximadamente, ENTEL (Empresa Nacional de Telecomunicaciones), construye dos torres gemelas cuyo destino sería la implementación del servicio telefónico y el comienzo de la televisión, cuya construcción mejoraría las telecomunicaciones en Puerto Deseado.




Estas antenas se componen de estructuras de acero y perfiles angulares, donde se utilizaron bulones de alta resistencia y dispositivos fiadores de tuercas (excluyendo los accesorios para las riendas). Todos sus accesorios, incluyendo las antenas, montajes y líneas, permanecen intactos y unidos a la estructura independientemente de su capacidad de carga de viento. Sobre la conexión de las riendas, se usó el mecanismo mediante el cual una longitud de cable se conectó a la torre, aislador o anclaje, y para esas conexiones se utilizaron algunos elementos como grilletes, aisladores en línea, manguitos, torniquetes, grapas de base doble, grapas para cable tipo perno U, herrajes para casquillos colados y conexiones tipo mordaza para los extremos muertos.  





El diseño del hormigón armado para las fundaciones y los anclajes de las riendas se realizó de acuerdo con la norma de "códigos de construcción para hormigón armado". La idea fue incorporar una cadena de repetidoras de microondas en Puerto Deseado la que abarcó además a otros pueblos de la provincia de Santa Cruz, como ya lo venía desarrollando anteriormente, a lo largo y ancho del país. En 1972 a partir de la promulgación de la Ley Nacional de Telecomunicaciones se creó el Comité Federal de Radiodifusión (COMFER). Dos años después se declaran vencidas las licencias para el manejo privado de los canales 9, 11 y 13, y se decide abruptamente no renovarlas, pasando a manos del Estado Nacional y dándose por finalizada la etapa de TV privada.



Ya promediando los años '60, el intendente Sr. Antonio Alegría, venía impulsando la idea de contar con la televisión y con un nuevo servicio telefónico. Fue así que en 1974 se emite por primera vez una señal experimental con las primeras emisiones desde el canal 7 de Buenos Aires. Nacía de tal forma la empresa Telcor S.A. encargada de ser la primera en llevar la señal televisiva al interior del país. El avance que se produjo día a día en la televisión, sin duda fue una técnica que revolucionó a nuestro país, un país tan extenso, y que a través de este medio, las distancias se fueron acortando, y los medios de comunicación fueron cada día más estrechos. Aquel moderno medio de comunicación social llegó a nuestros hogares proyectando un lema fundamental, que era el de "educar, informar y entretener". La última repetidora que se construyó en la provincia fue la nº 5, en la localidad de Las Heras, hecho que se produjo en marzo de 1979, aunque ya estaban en funcionamiento desde hacía cinco años atrás, las repetidoras (Magnético) de Puerto Santa Cruz, Comandante Luis Piedrabuena, San Julian, Puerto Deseado y Pico Truncado, que recibían las señales de televisión del Canal 9 de LU85 TV de la ciudad de Río Gallegos.




El recuerdo que tenemos de la primera transmisión televisiva en forma experimental fue la que se realizó en el interior de una carpa, a metros de las dos torres, donde se montó un televisor, y se reunían muchas personas, entre chicos y grandes, donde pudimos ver algunos partidos de la Copa del Mundo Alemania '74, y la final entre Alemania y Holanda, también la pelea de Carlos Monzón ante Mantequilla Nápoles, la de Víctor Galíndez ante Len Hutchins, el velatorio y el cortejo fúnebre del Presidente Juan D. Perón, fallecido el 1º de Julio de 1974, que se hizo desde la capilla de la quinta presidencial de Olivos, hasta el día 2 de Julio.




Uno de los responsables de estar al frente, manejando el monitor para poder ver las imágenes, fue el Sr. Rubén Püschel. En 1978, se creó el Ente Argentina78 TV con el propósito de instaurar un canal de transmisión en color. Se adoptó la norma Pal–N y nació ATC en reemplazo del Canal 7, con instalaciones monumentales y de última generación para justificar el desmesurado presupuesto acordado.




viernes, 26 de febrero de 2016

 Celsa García de Rodiño, y sus 99 años de vida:



La antigua pobladora Celsa García de Rodiño cumplió sus 99 años, lo que la convierte en la "abuela" de Puerto Deseado. Pese a su edad, doña Celsa de Rodiño, mantiene una gran memoria, su sentido del humor y su alegría. Cuentan sus familiares que siempre fue una mujer muy activa, y para celebrar su cumpleaños, su familia y amigas, tuvieron prevista la visita y la celebración que plasmó amenizando el esperado agasajo que le brindaron. Nacida el 25 de febrero de 1917 en la localidad santacruceña de Jaramillo. En su infancia vivió en el antiguo hotel "España", cuyo dueño era el Sr. José García, aquel viejo edificio que lamentablemente desapareció por un incendio. Años después Celsa se vendría a vivir a Puerto Deseado. Fue enfermera por vocación, profesión de la que heredó tiempo después su hija Aurora, hoy ya jubilada. Con los años ya va necesitando ayuda para algunas cosas, pero aún se vale por sí misma y de aspecto está muy lúcida. En la actualidad es una de las abuelas mayores, y que está próximo a entrar en el club de los cien, algo que no está al alcance de cualquiera. A la abuela la recuerdo cuando a comienzo de los ochenta, vivía en la esquina de las calles Roca y Dr. Fernández, donde ya jubilada, continuaba brindando el servicio de enfermera, haciendo alguna curación o aplicando inyecciones a casi todos los vecinos del barrio.



jueves, 25 de febrero de 2016

El antiguo poblador José "Pepe" Muñiz:
  

La gran inmigración española de la primera mitad del siglo XX estuvo constituida en su mayoría por gallegos (fundamentalmente de Pontevedra y La Coruña) y asturianos, seguidos a cierta distancia de leoneses y catalanes, con una contribución nada desdeñable de vascos y canarios. Los asturianos constituyeron el segundo mayor colectivo español en migrar a Argentina; se instalaron en las provincias andinas, litoral y patagónica del territorio argentino. Uno de esos inmigrantes que tocó suelo deseadense es Don José Antonio Muñiz Muniello, hombre reconocido en la sociedad como "Pepe", quién arribó a Puerto Deseado en el año 1956. Uno de los comerciantes más antiguos de la localidad, que naciera el 18 de febrero de 1928 en Asturias (España). Comenzada la década de 1960 instala el bar "Oviedo" en la esquina céntrica de San Martín y Moreno. 

 

Había cumplido su sueño de ponerse al frente del bar, un punto de encuentro para muchos, y donde los parroquianos se aferraban a su tradicional propuesta de café, ofreciendo cafés de diferentes tamaños. En el mismo lugar donde muchos años anteriores estuvo instalado el reconocido restaurant del Sr. Ananías Miranda, famoso por sus empanadas chilenas. El origen de su nombre Oviedo, se debíó al gentilicio, es decir, al nombre de la provincia donde pertenece la comunidad española de Asturias. Luego de varias década Don Pepe decidió bajar definitivamente las persianas a mediados de los años '90, para acompañar a su esposa Doña Juanita con la tienda "Dolsé", ubicada actualmente en la esquina de 12 de Octubre y Piedrabuena, la misma tienda que abrió sus puertas en la década del '70 y estaba anexa al bar Oviedo. En la actualidad Pepe Muñiz vive en Puerto Deseado y cuenta con 88 años de edad.


miércoles, 24 de febrero de 2016

José Humberto Bello, una leyenda del boxeo:



Los que conocimos a José H. Bello en su faz deportiva como boxeador, lo recordamos por su bravura frente al adversario, donde arremetía con fuerza y lucha incesante. Su paso breve por el boxeo amateur local, fue a base de coraje, algo de técnica y mucha personalidad. Su gravitación en el boxeo deseadense de los años ’60 y ‘70 fue significativa y cobró dimensión de leyenda. Según los especialistas de este deporte, y que lo han visto pelear, era alto y tenía una gran fortaleza debido a su contextura física. En la foto se observan al pugilista Bello, junto a Adrián Héctor Rapetti y Severino Cuesta, quién fuera un gran promotor de festivales boxísticos y actuó en varias oportunidades como árbitro. Mientras que uno de los jurados más reconocidos ha sido el médico Juan Carlos Rostagno, quién también hacia la revisión médica a los púgiles. Dos grandes hacedores y entusiastas del boxeo deseadense. La fotografía revela la pelea que Bello protagonizó a mediados de los años '60, en la localidad de Puerto San Julián, frente al pugilista de ese lugar de apellido León, quién fue el vencedor por puntos de aquel match boxístico, que sin duda y a pesar de los años, perdura en el recuerdo de los sanjulianenses.


El servicio del aguatero en los años '20:
 
Un aguatero en la calle 12 de Octubre (1920)

Los primeros colonos se abastecían con agua de los numerosos manantiales que existían alrededor de este lugar. A partir de 1910, algunas de las pocas viviendas que existían, tenían instalado su molino de viento. Así extraían agua del pozo semisurgente. Y era casi un símbolo la bomba de mano que se observaba en esos tiempos. Pero pronto Deseado empezó a vivir una gran expansión donde se comenzó a sentir la falta de agua. Ya las pocas vertientes existentes no alcanzaban, y el pequeño pueblo rural de Tellier, fue el principal punto de abastecimiento de agua a los vagones tanques del ferrocarril. Con su primer pozo, permitió que dos carros aguateros tomaran el agua de esos vagones-tanques y abastecieran al pueblo.


A partir de entonces, empezaron a circular los aguateros o aguadores,  como su nombre lo indica, vendía agua. Era un personaje muy importante para aquellos habitantes porque en esa época no había cañerías que transportaran el vital elemento a las casas, por lo que las personas dependían exclusivamente de este servicio para asearse y beber. Se reunían en las principales esquinas del pueblo para abastecerse de agua, y distribuirla a las casas de los compradores, o venderla por la calle. Para cumplir con su labor utilizaba un pipón (barril) de madera, con una capacidad que oscilaba los 500 litros o más. Esos pipones se instalaban sobre un armazón de madera muy sólido, sobre dos grandes ruedas de carro y un par de varas, donde se ataba los equinos que lo arrastraba. 




El conductor disponía de un pequeño asiento, y a su alcance tenía un cencerro o campanita de bronce, que utilizaba para anunciar su paso. En la parte posterior se colocaba una canilla. A ambos lados colgaban dos baldes galvanizados, de cinco y diez litros, con los que entregaba el producto directamente en el portón de los clientes. Con la llegada del servicio de agua potable en 1945 con el acueducto concretado, a través de Obras Sanitarias de la Nación, el problema del agua se subsanó y el oficio de aguatero empezó a caer en desuso y desapareció. 



martes, 23 de febrero de 2016

La Doble Puerto Deseado de 1980:




En febrero de 1980 se constituyó la Federación Chubutense de Automovilismo la que sería el ente rector del automovilismo provincial, cuyo presidente fue el Sr. Julio Guerreiro. Aquella institución sería la organizadora de todas las categorías, elaborando los reglamentos técnicos y deportivos, la que establecería los calendarios y la que impartiría justicia. Fue ahí cuando se programó para el 19 de abril de 1980, la nueva edición denominada "La Doble Puerto Deseado". Aquel evento automovilístico regional tuvo una caracteristica muy particular, cada categoría largó a un solo banderazo, es decir todos juntos, en una grilla de partida como si fuera un autódromo.




A las 9 de la mañana de ese día, desde el Liceo Militar Gral Roca de Comodoro Rivadavia, arrancó el TN 800. Con la grilla armada con el clásico tres y dos, que se utilizaba por aquellos tiempos. Con hombres tuercas de la región, como Eduardo León, Manzel Jones y Raúl Ercoreca, Agrelo y Di Feo, Rivera, Juan Carlos Pires y Ogas;“El Pelado” y Martin Gallastegui; Irigoyen, Bellomo y Lewis, Tamos e Invernón, Garcia, “El Canario” y Ruben Pires, Aldama y Villamayor y “Borne Flojo”, Campano y Delia. Veinte minutos después inició la marcha el TN 2000, en filas de dos autos, con las parejas conformadas por: Carlos Costilla-Kank, Mottino-Stefen, Cesarini-Ortiz, Barattini-Vernetti, Brazao-Gonzalez, Vargas-Bustos, Lola-Petrinoli, Martinez-Beramendi y Hector Costilla-Inchauspe. 





Y por último, el Hot Rod puso proa hacia Puerto Deseado, con los siguientes pilotos: Moratinos y Rojido; Rodríguez-Kutuk; Fernando Rodiño-Grandoso; Giannotta-Gonzalez; Fernández-Llanca; Arroyo-“Los Conejos”; Kaiser-Espeche; Salemme-Iturriza; Gómez-Regemburger; Vega-“Sandokan”; Arias-Fita: Arguelles-Mackensen; Panquilto-Vega; Quinteros-Andrade y Leske-Santana. Un total de 71 autos. En Hot Rod, Emilio Moratinos iba delante de todos, después, Ramonin Fernández, Avelino Panquilto, Orlando Rojido, Horacio “Potrillo” Vega, Argentino “Petete” Gonzalez, Julio Alberto Leske, “Sandokan” y Jorge Kutuk. 


                                         Manzanita Arguelles-Mackensen


A Puerto Deseado llegaron 43 autos. El 20 de abril se corrió en el circuito de Puerto Deseado, y el 21 se programó el regreso a Comodoro Rivadavia. Titin Di Feo gana en TN 800, Jorge Rivera se queda con el segundo lugar. El final del TN 2000 fue espectacular, cuando en tandem entraron las dos cupé Fiat 1500 de los Costilla, Héctor adelante y ganando esa categoría, y Carlitos atrás como segundo. En Hot Rod, Moratinos ganó con comodidad, segundo llegó Avelino Panquilto, que aprovechó el abandono de Ramonin Fernández para quedarse con el segundo lugar. 




El tercer lugar correspondió al otro deseadense el “Potrillo” Vega, y luego “Sandokán”, Julio Alberto Leske, “Petete” Gonzalez, José Andrade, Jorge Kutuk, Carlos Salemme, el veterano Héctor Grandoso y Roberto Regemburger. Cuando el último de los autos participantes recibió la bandera a cuadros frente al Licéo Militar dando fin a la quinta edición de la Doble Puerto Deseado, aquella maravillosa carrera entró a ser recuerdo. La Doble Puerto Deseado jamás se volvió a correr, pero nunca entró en el olvido, por el contrario, se convirtió en uno de los íconos más importantes de una época del automovilismo regional. 





Fuente: Corredores del viento (Blog). 


lunes, 22 de febrero de 2016

El cormorán, una escultura que simboliza 
a Puerto Deseado:



Fue una iniciativa de Aldo Soto, de oficio herrero y soldador, que pudo crear una escultura hecha en metal-hierro, trabajo realizado íntegramente en el taller de Herrería "Miguel", y que era un viejo anhelo. La obra representa a una de las aves más emblemáticas que habitan la comarca de la Ría Deseado. El lugar del emplazamiento estuvo a cargo del municipio donde designó que sea en la calle 12 de octubre, una de las calles más frecuentada de la ciudad, en la rotonda donde además se juntan con las calles Patagonia y Venezuela, frente al Barrio Centenario de las 330 Viviendas.


   


La escultura mide cerca de 2 mts. y fue montada sobre una roca de tres toneladas que fue recuperada detrás del frigorífico de CARSA, donde se debió romper parte del asfalto para que la roca quede en posición y encastrada. La idea de esta obra es para embellecer con esculturas, y poder expresar así lo que posee Deseado turísticamente. La misma se ha convertido en lugar de atracción para quienes visitan la ciudad. El proyecto del cormorán se hizo viable a través del Intendente Municipal Dn. Luis Ampuero, quien acompañó la idea. Se inauguró el 1º de octubre de 2014.




Antiguo depósito fiscal del puerto local:




Este edificio de material con capacidad de almacenaje, es un depósito para mercaderías de importación / exportación de 572 m2 cubiertos y está situado dentro del muelle de Puerto Deseado. Su construcción data aproximadamente finalizando los años ’20. Probablemente en su inicio haya pertenecido a la “Empresa Amberense”, de origen belga, fundado y perteneciente a la firma de Jorge y Cristian Kreglinger, que eran originarios del ducado de Baden.  El depósito fiscal es un destino casi obligatorio de toda mercadería que debe ser importada o exportada, por lo tanto es un concepto fundamental para las actividades del comercio exterior. Originariamente, su nacimiento se debió a la falta de espacio en las zonas portuarias, para la ubicación de mercaderías.



Estos ámbitos están habilitados para la realización de operaciones aduaneras o para ejercer el control aduanero hasta que se concrete la destinación correspondiente. Las empresas que ofrecen el servicio de depósito fiscal se ocupan básicamente de la recolección de cargas en terminales portuarias y de su almacenaje mientras espera su despacho aduanero. La mercadería ingresada al depósito puede ser almacenada libre de impuestos por un período específico de tiempo (máximo 15 días renovables), al final del cual la mercadería queda en “rezago”, o disponible para la venta. A lo largo de los años el exterior del viejo galpón, ha tenido diferentes colores.




Los cines de aquel Deseado:



Según cuentan los mayores, allá lejos y hace tiempo, habían dos cines, el Cine Colón de Francisco Conz, en la esquina de las calles Don Bosco y Alte Brown, y el cine Teatro Español, en la calle San Martin, en el mismo edificio donde se ubica la Sociedad Española de Socorros Mutuos. Aunque también se recuerda que en el hotel Argentino en alguna ocasión se proyectaron películas. Durante todo el año habían funciones los fines de semana, matinée y noche. En la última fila de atrás, o en el segundo piso se sentaban las parejas jóvenes.





Al apagarse las luces comenzaba la función, que se iniciaba con un  documental argentino llamado "Sucesos argentinos", que fuera el primer noticiero cinematográfico argentino, su creador fue Antonio Ángel Díaz, y cada cortometraje en blanco y negro incluía de siete a diez noticias de aproximadamente un minuto de duración cada una, con voces en off de locutores como Carlos D'Agostino, Enrique Mancini, Eduardo Rudy y Cacho Fontana; con una variedad temática, las notas cubrían noticias deportivas, ecológicas, sociales, culturales, hechos nacionales e internacionales.




Al ingresar al cine español se recuerdan los pósters de las películas por verse, que las ponían a los costados en las paredes de la sala. Uno se cansaba de mirarlas porque las películas que prometían tardaban dos años o más en llegar. Una vez por año había función gratis, y los menores no entraban, salvo en los matines. El cine Colón, tras un incendio en la década del '20, desaparece arrasado por el fuego, era un biógrafo que se componía de cine, confitería y un teatro.




Del que se tiene recuerdo es del Sr. Francisco García Muñiz, quién fuera el representante de Sadaic en Deseado, y por el lapso de 50 años, fue el operador de las máquinas de proyección de películas del cine Teatro Español. En tanto que a don Efrain Barnetson se lo recuerda como el "acomodador" con su linterna en mano. Otro pequeño dato y muchos años más acá, era que durante los intervalos, los asistentes concurrían a la confitería del cine a consumir algún café o bebidas, o sino se iban velozmente hasta el bar "El Lácteo", o a la confitería del Ferro, y también al "Bar Oviedo", cerquita de ahi, y luego regresaban de nuevo. Recuerdos, sólo recuerdos.






domingo, 21 de febrero de 2016

Ramonín Fernández gana la 
"Vuelta de la Provincia" en 1980:
  

En la historia del automovilismo regional hubo y hay autos que marcaron un camino más que singular en el tiempo, porque en algunos casos fueron antecesores, y otros porque estuvieron en manos de pilotos más que reconocidos y famosos de la historia local que forjaron parte de la historia regional también. Uno de esos recuerdos fue la famosa “Vuelta de la Provincia" en 1980, que ganara el piloto deseadense Ramonin Fernández, el protagonista de los episodios más brillantes de la historia del Hot Rod. En esa categoría estaban incluidos José Muñiz con un Baufer, Oscar Lebrand con un Torino, el auto de la Peña del club Municipal de Puerto Deseado, un Ford 1955 que condujo José María Piriz Frau y Roberto Regensburger con su Fairlane de Caleta Olivia junto al Ford Falcon de Ramonín Fernández, llevando como copiloto a Pedro Bertón. Luego de la carrera Pedro Bertón, junto a Claudio Alvarez, regresan a Deseado y al pasar por el Paraje Lemarchand, a unos 150 kilómetros de Río Gallegos, el Ford Falcon volcó estrepitosamente destruyéndose prácticamente con los golpes, donde Bertón falleció en el lugar, y Alvarez salvó su vida por milagro. Después del hecho trágico Ramonin Fernández traería los restos del auto a Puerto Deseado, uno de los autos más famosos del automovilismo argentino, que con el tiempo lo desmantelan, y su casco sería utilizado por el Escuadrón de Exploración de Caballería Blindada 9 para tiro al blanco, Famoso porque aquel Ford Falcon, tuvo una larga historia que se remonta allá por el año 1967, auto que construyera Oscar "Turco" Cabalén, un corredor que tuvo grandes satisfacciones en el plano nacional, habiendo ganado en la Vuelta de Rojas y la Vuelta de Carlos Casares, y posteriormente la Vuelta de Arrecifes y la de Córdoba con el Falcon y con motores provistos por un grande de la época, Juan Carlos Garavaglia. 




El 25 de agosto de 1967 Oscar Cabalén sale a probar el "Ford Sport Prototipo", al circuito de SOMISA en Ramallo, donde luego en una salida a muy alta velocidad, el prototipo se salió del camino, a más de 205 km/h, dio varios tumbos y se incendió, matando a Cabalén y su acompañante Guillermo Arnaiz. Años después su familia decide poner a la venta la Ford, y a fines de los ’70 es adquirida por un joven piloto de Rio Gallegos, Edgardo "Gordo" Thevenon, donde posteriormente se lo vende a Ramonín Fernández, quien corre y gana la Vuelta de la Provincia en 1980.
                                
                                 Las piezas que fueron al Museo del Mouras en La Plata


La piezas, que incluían el motor, las bielas, los pistones, la pedalera, el tanque de combustible, los cuatro carburadores dobles, el magneto, la trompa del auto y los guardabarros delanteros, el capot superior, el volante que alguna vez tuvo en sus manos Cabalen, los amortiguadores delanteros (tres por rueda), y varios elementos más, fueron guardadas en el taller de la vieja Ford. Dichos restos fueron adquiridos por Hugo Mazzacane para el Museo del Mouras en La Plata. Entre otros elementos el auto no contaba con correa de distribución sino con una tapa con la forma del frente del motor, donde en su interior una serie de engranajes de distintas medidas trasladaba la distribución en un elemento que más parecía un mecanismo de reloj que un sistema de distribución, el que pudimos averiguar que fue construido en la Escuela de Aviación de Córdoba allá por los años ‘60, conservándose en perfecto estado.
  


sábado, 20 de febrero de 2016

4 de Abril, "Día del Soldador" en Argentina:


  
La fecha se debe al 4 de abril de 1977, cuando se inicia en Campana, (Prov. de Buenos Aires), la primera escuela de soldadura privada de Argentina. En nuestro país en los años ’20 se comenzó a fabricar distintos artículos en acero. Sólo contaban con una fragua con ventilador manual, sierras, corta hierros, martillos, bigornia, soplete oxiacetilénico, un transformador para soldadura y mucha voluntad. En ese entonces todas las uniones se realizaban por roblonado (remaches) y alguna que otra soldadura con varillas desnudas (no se conocían los electrodos revestidos). Por tal motivo la soldadura que realizaban la tenían que martillar para poder disimular sus defectos. Para poder cortar algunas posiciones de piezas de acero, los calentaban en la fragua, los colocaban sobre la bigornia y con el corta hierro y martillo realizaban el trabajo. 



Un hecho anecdótico ocurrió en los años ’40, durante la Segunda Guerra Mundial, los países necesitaban construir rápidamente embarcaciones seguras, y comenzaron a reemplazar los buques metálicos con uniones roblonadas, por soldaduras por arco eléctrico con electrodos revestidos. Fue así que un buen día llegó a la Argentina el Buque Tanque Mercante "Longwood", de la empresa inglesa John Jacobs, que había sido torpedeado y casi partido al medio el 31 de Enero de 1941, a 20 millas al Oeste de Colombo, por un submarino japonés en las costas de lo que hoy es Sri Lanka. El buque tanque recaló al dique seco de Puerto Belgrano, y la Armada tomó la decisión política de repararlo. Era un buque completamente remachado, se cambiaron sus partes internas y externas, pero se utilizó por primera vez para la unión de las chapas, la soldadura eléctrica con electrodos revestidos. De ahí en más se inicia la historia de la soldadura por arco en el país. En Puerto Deseado los antecedentes de la soldadura se remontan a fines de los años ’40 cuando los Hnos. Félix y César Coccoz, traen la primera soldadora eléctrica.



 
Antiguos galpones para depósito de locomotoras:


El adecuado mantenimiento de las locomotoras requería que cada cierta cantidad de kilómetros recorridos, o una vez al día, sean apagadas para permitir limpiar de cenizas su caldera, tubos y demás elementos anexos, actividad que debía realizarse mayormente bajo techo y que insumía una considerable cantidad de tiempo. La existencia de empalmes o situaciones especialmente singulares, como la existencia de fuertes pendientes y la consiguiente utilización de locomotoras especiales obligó al ferrocarril a construir estos edificios de chapa, muy próximos entre si y actualmente abandonados. Estos contaban con una considerable cantidad de personal, con poca o gran especialización y estaban equipados con las herramientas y maquinarias necesarias para realizar importantes intervenciones al material tractivo como tornos, fresadoras, taladros, fragua, etc., elementos de considerable tecnología para la época. Hoy es común verlos abandonados o destruidos, al igual que muchos otros edificios y elementos que formaron parte de la explotación ferroviaria tradicional y que desguazaran en 1980, por orden del gobieno de facto, como vagones, locomotoras, cabines, galpones de carga, señales, palancas, etc. Sin embargo la decadencia de este tradicional depósito fue predecible, víctimas de la desidia, desprecio y ambición del poder de turno.


Una pelea que quedó para la historia, 
Glesener y Peralta:



Así lo recuerda la gente mayor que asistió aquella noche en la velada boxística que desarrollaron Juan Glesener y Ramón "chino" Peralta, y que se realizó promediando la década del '60. El lugar elegido fue uno de los salones del Club Deseado Juniors con numerosos asistentes; este club deportivo que a lo largo de su historia ha organizado muchos eventos automovilísticos, ciclísticos, futbolísticos y boxísticos, en este caso con pugilistas locales y de la región de Santa Cruz y Chubut. Los viejos testigos recuerdan que aquella pelea fue muy pareja, aunque Glesener dominó por momentos la larga distancia, con sus enormes brazos. Pero Peralta se las ingenió para resolver el problema de los largos brazos de su rival que tenía puntería y pegaba duro. Ambos debatieron con el coraje que todos lo reconocían, y Peralta, rotando su cintura como podía, logró defenderse de las ráfagas de Glesener. Al finalizar el combate, el jurado determinó como ganador por puntos, al boxeador Juan Glesener.
De aquella noche deseadense, quedó el recuerdo de dos grandes boxeadores amateur. A través de los años, algunos testigos aún recuerdan esa pelea de dos pugilistas deseadenses, y seguramente quedará el tributo de esos hombres que, en un ring, resultados aparte, pusieron toda su garra, su coraje y su determinación en un enfrentamiento que ya está en la leyenda.