jueves, 28 de enero de 2016

En muchas esquinas deseadenses, un Kiosco:



Corrían los años setenta y eran notorios los kiosquitos que habían en varios puntos de la ciudad; Si uno buscaba alguna golosina o cigarros en aquel Deseado, sólo debíamos caminar unas pocas cuadras en cualquier sentido, que seguramente encontrábamos algún kiosko abierto. Resultaba asombroso el colorido y la variedad de productos. Hasta los años ochenta y parte de los noventa, estas pequeñas casitas construidas de madera, cumplieron un rol importante para los transeúntes que pasaban a retirar su revista encargada, o algún paquete de cigarrillos junto con alguna golosina. Por lo general aquellos kioscos vendían muchas variedades de caramelos, chicles, pastillas, galletitas, alfajores, barras de cereales, chocolates, los ricos cubanitos, etc. Los cigarrillos que más se vendían eran los Jockey Club, 43/70, Colorado, Imparciales, Particulares, Benson, etc. Recuerdo el kiosco de librería "Dany", de la familia Espindola, que aún hoy existe. Fueron innumerables los títulos de clásicas revistas que podíamos adquirir como: Gente, Siete Días, Para Ti, Radiolandia, El Gráfico, Goles, Billiken, Anteojitos, Hijitus, Piturro, Don Nicolás, Patoruzú, Patoruzito, Condorito, El Tony, Intervalo, Dartagnan, Fantasía, Nippur de Lagash, etc. Me voy atrever a recordar algunos de esos kioscos que marcaron la historia urbana en Deseado, como ser por ejemplo el "Chamigo" cuyo dueño era don Héctor Espindola, en San Martin y Belgrano, atendido en un primer momento por la Sra de Ruiz, luego por Pablo Nicos y finalmente por Nery Espinoza y su señora Patricia Galarza; Luego Pablo Nicos también tuvo su segundo kiosco pero más amplio en la calle Alte Brown, a metros del viejo Bar Caribe; en los años '60 había un kiosco en la esquina céntrica de las calles Moreno y San Martín, perteneció al Sr. Fontana, y tiempo después se denominó "Popeye" atendido por Sergio González, luego se trasladó a Piedrabuena y 12 de Octubre, y finalmente en la esquina del parque Evita, Alte Zar y Piedrabuena; otro kiosco clásico fue el de Ricardo Vázquez, en Rivadavia y San Martin; el "Cochochin" de Bernabé Miranda, en 12 de Octubre y 15 de Julio; la Sra. Silvia Vives instaló en Maipú, y luego en Rivadavia y Gregores; el de Guillermo Velázquez, en 12 de Octubre y Reconquista; el "Capicúa" de Josefa Ferrari, en Ameghino casi Pueyrredón; el de María Pérez, en Reconquista y 15 de Julio; el de Agapito Centurión, en Dr. Fernández y 12 de Octubre; también el de la Sra. Margot Marcos, en Maipú, casi Moreno; el del Sr. Paillaqueo, en Gregores y 12 de Octubre; en la calle Oneto y Don Bosco existió un kiosco que atendió primero el Sr. Vázquez y luego Héctor Carrasco; el que estaba en la esquina del hotel Apolo en Don Bosco y 12 de Octubre; en la esquina de Alte Zar y San Martin estaba el kiosco que atendió el Sr. Eduán Barría; año más acá, fines de los '90, hubo uno en en la esquina de Provincias Unidas y Alte Zar, atendido por Fabián Valle, y después se transformó en una parada de taxi; otros kioscos pero construidos de material fueron "Viclau" de Víctor Temporelli, en 25 de Mayo y Cabral, y el del Sr. Pieckum, de origen ruso, en Maipú casi 15 de Julio. En la actualidad tenemos el del Sr. José Leiva (a metros del hospital); y algunos otros seguramente, que se me escapan de la memoria. 




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