lunes, 11 de enero de 2016


Ex Comercio de Ramos Generales “Indalecio Muruzábal”:



Allá por 1919 aproximadamente los comercios de Ramos Generales, llamados así por la variedad de rubros comerciales, se convirtieron en verdaderos puntales de crecimiento de los pueblos. Tal fue el caso de aquel comercio de Indalecio Muruzábal e Hijos, ubicado en la esquina de Don Bosco y 12 de Octubre. El crédito a largo plazo en la compra de alimentos, herramientas, materiales de construcción, carruajes y maquinarias agrícolas, permitió al hombre de campo planificar su vida como productor rural. La condición de “ramos generales” reunía la satisfacción de cualquier necesidad, por lo tanto, abastecía a todas las capas sociales en un mismo marco comercial crediticio. En este comercio ya extinguido, se vendían desde alimentos en todas sus formas y de distintos orígenes de elaboración, hasta artículos de ferretería, talabartería, bazar, materiales para la construcción, tienda e indumentaria, cristalería, zapatería, muebles, herramientas como palas, azadas, martillos, tenazas; rastrillos; escobas; sogas y cadenas, molinos de viento, tranqueras, bebederos y otros artículos para las actividades rurales y para el hogar. En los grandes cajones (con tapas planas inclinadas o convexas) se depositaban, sin envase, el azúcar (en terrón), yerba, lentejas, porotos, cascarilla de cacao, arroz, y fideos para sopa, que al momento de la venta eran extraídos con grandes cucharas y vendidos “al peso” con la balanza de dos platos. Había de todo en aquellas épocas, donde era requerido para el sustento o "los vicios" (tabaco; papel de armar cigarrillos o naipes). Así ligeramente, podemos decir que surgieron los almacenes de ramos generales; nacidos con las demandas de los vecinos, con el impulso del ferrocarril y por el instinto visionario, comercial y progresista de sus propietarios.



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