Primeras Barracas laneras a comienzos del siglo XX:
Ya en 1917 aproximadamente se instalan las primeras barracas en Puerto Deseado y la actividad era incesante con depósitos abarrotados con pilas de cueros, a la espera de ser embarcados. Los extranjeros en su mayoría, ocuparon puestos en las barracas, como contratistas o arrendatarios de sitio en los galpones. Realizaban la tarea de carga y descarga, como así también los trabajos de eslingaje en los pequeños muelles. Las primeras barracas se calcula que eran improvisadas y precarias, galpones que se usaban para almacenar cueros y otros productos que debían embarcarse por este puerto; algunas de las que figuraban en esos años fueron la "Barraca Salles", "Barraca Francesa" de Segard y Cía., "Barraca Amberense" de Jorge y Cristian Kreglinger. Esta casa fue fundada por los Hnos Kreglinger en el año 1797. Instaló sucursales en Santa Cruz y su influencia se dejó sentir de inmediato sobre el mercado que adquirió confianza y estabilidad. Los productores podían vender su lana en el mismo territorio, haciéndose pronto de recursos. Cueros, lanas, astas, plumas, eran los elementos del comercio barraquero. El canal preferido de comercialización que empleaban los productores era ocupado, en primer lugar, por la venta a acopiadores, especialmente barracas; luego en ese mismo rubro seguía la venta a compradores ambulantes o locales, y luego a compradores nacionales. En la década de 1920 el representante de la Amberense en Deseado era Eduardo Agustini. Sus instalaciones eran cómodas y provistas de todos los elementos necesarios; permitían el almacenamiento de grandes cantidades de lanas y cueros y en sus plazoletas se depositaban maderas y otros materiales de construcción. Además vendían algunos comestibles e implementos de trabajo y también leña, carbón, nafta y kerosén. Fueron representante de los automóviles "Studebaker". En cuanto a otros establecimientos en 1923 el antiguo poblador Miguel Lastoria y Cía, comenzaban a ser propietarios de la Barraca Italiana, donde adquieren lanas y frutos del país, cueros de cabra, de chulengos, plumas de avestruz, etc. Asimismo contaba como anexo un depósito de leña de algarrobo, cerelaes, forrajes y vinos de Mendoza. Una de las últimas barracas que se recuerda fue de la Cooperativa Ganadera, y estaba ubicada frente al puerto sobre la calle España. Durante el periodo 1977/1986, el gerente de la mencionada barraca fue el Sr. Alejandro Tirachini.
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