jueves, 14 de enero de 2016

El rodeo y arreo en una estancia
 de Santa Cruz (1930):



El capataz de ovejeros no era común hallarlo, sino en las estancias de mucha importancia, pertenecientes a sociedades anónimas, que eran regenteadas por un administrador. Su misión consistía en vigilar y dirigir la peonada durante los rodeos y arreos. En tanto los ovejeros son los elementos principales de las faenas rurales en los campos patagónicos. Recorrían el campo, cuidaban de las majadas, cuereaban los animales muertos y ayudaban en los rodeos y arreos. Acompañados de sus perros, debían permanecer días y días aislados en las pampas inmensas y solitarias, durmiendo a la intemperie, sobre la nieve muchas veces y al reparo de algún cañadón, o a la vera de un faldeo que ataja el viento huracanado que sopla en verano en las mesetas. El ovejero debía tener un carácter especial y poseer una resistencia física extraordinaria.


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