sábado, 9 de enero de 2016

Frigorífico Corporación Argentina de Productores de Carnes (CAP) y la división del trabajo:

Cuando el ganado llegaba al frigorífico, luego de que los compradores de la empresa lo adquirían en los mercados de hacienda, ferias rurales o directamente en las estancias, se lo transportaba vivo y ‘en pie’ a las plantas procesadoras, a las que llegaba por arreos, ferrocarril o camiones de hacienda. Lo recibían los reseros a caballo y los peones recibidores. Los balanceros lo pesaban en las básculas de los corrales y luego lo derivaban a los 'corrales de descanso', en donde se le realizaba una inspección 'ante mortem' a cargo de los veterinarios, que dictaminaban sobre su estado general. A veces se lo trasladaban a los corrales de la empresa, en donde permanecían a la espera para ingresar a la faena. Esa tarea era realizada por los reseros, trabajadores que mantenían el carácter rural de su oficio. Después de que el ganado ha descansado por un lapso mínimo de dos días y se ha desbastado (sin alimento y con agua para que evacuen), era conducido por bretes y mangas hasta el corral de baños en donde se lo bañaba por lluvia. Se lavaba el cuero y se trataba de enfriarlo, tarea de 10 a 15 minutos que realizaban los peones de playa. Una vez bañado los embretadores lo hacían subir por la rampa o manga inclinada hacia el piso superior. Los animales muertos o caídos en los corrales también eran acarreados por los peones de playa hasta el piso superior.



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